Sierra de Aitana

Aitana me pregunta muchas veces por qué ella no tiene santo. Y siempre le respondía lo mismo: porque tu nombre no procede de una persona sino de una montaña...Y supongo que mi respuesta siempre la desconcertaba porque en un período de tiempo volvía a preguntarme: ¿cuándo es mi santo?...Así que este año aprovechando que estábamos cerca de la Sierra de Altea la llevamos de sorpresa y desde el mirador del castillo de Guadalest. Aitana se quedó sin palabras cuando le señalé que aquellas montañas llevaban su nombre...No os podéis imaginar el silencio, admiración y contemplación que se produjo en su rostro, a los pocos segundos se dibujó una sonrisa tan amplia en su rostro que parecía salirse por los lados de la cara, me miró y  realizó  un gesto de triunfo con el brazo y me dijo: "¡Toma ya! Hay una montaña con mi nombre...". Luego me preguntó por qué "Aitana" y le conté que hubo un gran poeta, Rafael Alberti,amante del mar como yo que fue el primero en poner el nombre de la montaña a su primera hija y que yo me había copiado...  Casi que con esta historia podría reescribir un cuento sin ofender a Oscar Wilde que se titulara: La importancia de llamarse Aitana..

A todas estas, el top que llevo hoy es de Aitana. Resulta que ese día no sé que le pasaba Aitana que se veía fea con todo, así que me pidió que le prestara algo. Nos intercambiamos los tops y este fue el resultado.

Photos by A.J