Fotos de A. J.
Querida mamá: para empezar te sorprenderá que te diga mamá cuando siempre te he llamado Doris, no sé por qué pero los tres siempre te hemos llamado Doris y nunca mamá, supongo que nunca hemos sido una familia convencional, gracias a Dios. Tengo tantas cosas que agradecerte que si las enumerara sería interminable pero hay una de ellas que si quiero compartir públicamente y es la pasión por la moda. Desde antes de nacer ya me estabas tejiendo la que sería mi ropa, ya cosías y bordabas los que serían mis vestidos, mis sábanas personalizadas para el moisés, la ropa del bautizo y todos los vestidos únicos que llevaría hasta mi adolescencia... Creo que soy de las pocas personas que puede decir que no tuvo sus primeros tejanos hasta los 14 años... Siempre se te dio tan bien que hasta tu nieta ha podido heredar la ropa de su madre. Y ahora con mis 40 años me sigues haciendo ropa como este vestido al que yo llamo Penelopé porque soy consciente del trabajo que te ha llevado, las veces que lo deshiciste porque no quedaba perfecto, nunca te ha importado volver a empezar algo con el fin de que sea perfecto, echo la vista atrás y creo que de alguna manera también bordaste mi pasión con cada puntada y seguramente por eso hoy tengo este blog.
Me gustaría agradecerte tanto este vestido como todos los que me has hecho a lo largo de mi vida: ¡Gracias! No sólo estoy orgullosa de la madre que me parió sino de la persona en la que me has convertido. ¡Te quiero, mamá!